Diseño de Joana Demestre

#1. Más Jefas de Estado y menos guerras

Mujeres con propuestas. Diseño: Joana DemestrePor Alexandra Millán. A lo largo de la historia, las Jefaturas de Estado en muchos países, para no decir la mayoría, siempre han estado en manos del sexo masculino. ¿Qué hubiese pasado si el género femenino hubiere tenido un papel preponderante en la esa posición? ¿Qué hubiese pasado si los procesos de Paz hubiesen sido manejados por las mujeres desde los inicios?

Estas interrogantes nos las formulamos ya que la opción por la Paz ha sido una tradición histórica feminista, han sido un legado de iniciativas hacia la no violencia y la oposición a la guerra. Las mujeres han sido protagonistas de iniciativas innovadoras para construir la paz, a menudo son las primeras en iniciar el diálogo entre comunidades divididas y haciendo posible avanzar hacia la reconciliación, este es el caso de Israel y Palestina, donde la colaboración entre mujeres de ambas comunidades no solo ha servido para demostrar que el entendimiento es posible, sino que ha dado lugar a la construcción de un movimiento mundial de mujeres contra la guerra y el militarismo desde el feminismo: mujeres de negro.

Las mujeres se han caracterizado en denunciar las consecuencias nefastas que traen a la población civil los conflictos armados, han creado redes de apoyo las cuales han beneficiado a innumerables personas.

Otro ejemplo digno de considerar fue el del proceso de paz surafricano, donde la participación femenina proporcionó un espacio adecuado para aportar testimonios acerca de los crímenes cometidos contra las mujeres en la época del aparthei y de este modo se obtuvo una visión más completa de lo que sucedió.

Si las mujeres hubiesen sido Jefes de Estado cosas tan terrible como las guerras hubieran sucedido? No lo sabemos, la reflexión queda solo para expresar que posiblemente la historia fuera otra y no tendríamos un saldo en negativo para con la humanidad.

En el mundo sólo hay 13 jefas de estado y en los parlamentos sólo ocupan el 17% de los escaños. En todo caso, está la huella del esfuerzo realizado.